Encarnizamiento

Tengo toneladas de fango en el cerebro...voy a sublimar, voy a arrancar a hervir.

Elevar pasos al fracaso activando mi neurodiversidad decir tanto que te falte memoria ram y sub-procesos de CPU. Contar lo que añoro volar, no volar, sino caer....Caer hacía arriba tocar con los pies la atmósfera atraído por la gravedad cósmica. Sentir el corazón en la garganta, sentir el cerebro el los testículos, Desaparecer ante todos, aparecer ante nadie.

El caos que tontea con el orden, el caos que se confía y termina donde no queda orbe, es así y si pensabas que habías cambiado es que estás borracho. Es así y así va a ser siempre. Eres tu propia condena, eres tu propia recompensa, y a ser racionales siempre voy a quedar el último.

El símil mental del coche que no termina de arrancar, tiene que soltar toda esa humareda tiene que llenar sus conductos de combustible fresco de aire, tiene que comenzar la combustión. En ese sentido no se a qué juegas, a quién engañas. Se te va de las manos tan pronto como se entrelazan nuestros dedos. Y tus pensamientos cobardes de mierda no son peores que los mios. Es basura mental, son mentiras personalizadas de última generación, Pero a mi eso ya no me importa demasiado. No hay corazón que romper, no hay ilusiones que pisar. Ya de eso se encargaron otras.

Gané una escaramuza, perdí una batalla, la guerra sigue.

He cortado el suministro de nutrientes a mi sistema de emociones, he mandado que los ingenieros detengan la reconstrucción del corazón. He dado orden a los científicos para que dejen de investigar sobre ilusiones y sueños. Ahora este cuerpo no necesita ser humano, ni sentir, ni padecer, ni soñar, ni querer. Ahora más que nunca este cuerpo tiene que ser una máquina, autómata. Cada músculo un motor de combustión, cada hueso un andamio, cada articulación un engranaje, cada trozo de mi mente puro cableado. No quiero días rojos en el calendario, no quiero tiempos muertos. Esto es una carrera de fondo, y cuando se trata de avanzar y soportar, de remar y continuar. Ahí estoy yo.

Acabas de pisar la luna y ya te crees el puto amo del universo

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