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Estoy funcionando a toda máquina, pero trato de no quemar todo lo que hay dentro de mi. Noto a rato mis ojos, a veces tics nerviosos a veces mi propio corazón al latir hace que las pequeñas corrientes sanguíneas de mi globos oculares emborronen mi visión.
Los tornillos y tuercas de esta máquina rechinan un poco, pero qué le vamos a hacer..no es una máquina nueva, ni mucho menos perfecta... No es mala máquina, pero lo mejor es la experiencia que han adquirido los operarios. Ellos ajustan aquí u allá la presión, los resortes...hacen que que la máquina navegue ruda, por encima de su capacidad de diseño, pero por debajo del umbral de peligro para la estructura.
Me estoy enfrentando a los mares que siempre me asustaron, como vengo haciendo desde que decidí que había que cambiar. Me enfrento a mis sombrios mares, y oscuras tormentas...quizás preferiría enfrentar estos males de uno en uno ergo la naturaleza suele ser caprichosa y en esta ocasión ha decidido que vengan en grupos. Pero aquí sigo, eligiendo las batallas en las que luchar y en las que retirarme, tratando de dar todo lo que puedo y forzando mi mente a enfrentar esas situaciones de las que he huído toda mi vida.. ¿Y sabéis qué¿
Agotado, pero orgulloso...Y si, se que hacer dos llamadas, mandar 5 emails, perseguir a decenas de personas, manejar burocracia, mudarte y a la vez seguir trabajando son cosas que muchos de vosotros haríais sin pestañear. Igual que yo me recorrería 50 km y pasaría la noche bajo una tormenta tras llevar dos días sin dormir. Mis skills son unas mis debilidades son otras. La clave es que yo ya conozco de dónde flaqueo. Así que esa llamada, esa capacidad de manejar un deadline o acabar con un formulario mientras me mantengo vivo, mientras como lo más sano posible y sigo generando amor a mi alrededor....esa lucha por ser mejor sin que en ello me acabe saliendo una armadura, de eso es de lo que estoy orgulloso.
No soy un cohete volando al cielo como lo fui este verano, ya ha acabado esa etapa de locura y brutalidad. Pero lo que viene ahora no tiene porque ser peor...como ese barbaro que golpea una y otra vez el tronco con su hacha, cómo ese herrero que con el martillo sigue golpeando la espada incandescente... Siento el fluir del fuego en mis venas aunque ya mi piel no arda y brille como un maldito faro. De mis ojos se adivina el magma, de mi alma se huele el calor y este ser va a seguir luchando sin rencor, va a seguir creciendo sin quemazón, enfrentando la vida con rigor y no no no no, nunca más caerá presa de la desesperación... porque aunque la vida lo ponga de rodillas y le rompa el esternón, ahora él sabe quien quiere ser y luchará hasta la estenuación. Pero no luchará como el loco que fue, no se quemará como un icaro contra el Sol, ahora el fuego prende dentro de si mismo y experiencia le guia. Ahora, solo queda quererse y sentirse orgulloso, no de llegar a una meta, orgulloso de cada maldito y jodido paso que da, porque ya no caminamos para salir del infierno ahora caminamos camino al cielo.
TEXTO De ultramar sin rimas ni orden ni concierto, sin RAE ni sentido, tal cómo brota de mis dedos, sin dar un paso atrás, sin restiro ni retiro, un texto sin revisar.
