Vale, no se el qué, pero algo acaba de cambiar. Llevo días que no paro de pensarte, y ahora mientras miraba posibles destinos para escapar. He sentido unas terribles ganas de llamarte. ¿WTF? No es sólo eso, en referencia a que hoy el horizonte me asusta un poco menos. Claro que un poco sigue siendo demasiado...poco. Es más allá un diferente que no se si es sólo en mi mente. Hay personas que a más las ves más las piensas, pero que cuando desaparecen, también lo hacen de tu mente. No es el caso, con o sin, to be or not to be, siempre es un in crescendo.
Septiembre me ha ido mal, y el verano salvo por Bélgica no ha tenido nada positivo. Época de aburrimiento hipócrita a la que se le suma un calor enfermizo. Por eso prefiero la navidad al verano. Dura menos, y es más fresquita. Pero bueno esto no viene al caso.
Hablaba de la sensación nueva, de otro color. Por las circunstancias que sean la forma que ha encontrado mi cuerpo de controlar mi terrible impulsividad es el miedo, miedo que claro juega sucio siempre. Miedo que sumado a mi rechazo total e incondicional a la responsabilidad y el compromiso Dificultan maniobras de acercamiento, impiden un take off en tus dendritas.
Esa sensación marrón y gris que si la hiciéramos palabras sonaría así como: "Y si no soy suficiente" Esa otra sensación de tonos verdes y azulados que en letras suena: "Quiero eso...pero y si haciéndolo, pierdo esto que también quiero" Y para terminar ese blanco rojizo y amarillo que te dice "vamos, cierra los ojos y aprieta los puños!" Después todos estas sensaciones tienen dos colores para verse en perspectiva.
Azul o Negro. Arrepentimiento y autolamento u optimismo y escarmiento.
A efectos prácticos el curso anterior y este que empieza formaban en mi cabeza un bloque. Asumí que iba a sacrificar estos dos años, que no me iba a quejar de navidades y veranos de mierda. Que iba a echar la madera a la caldera aunque me quedase sin muebles. Y así sigue, recuperar cosas, ganar otras que nunca he tenido, pelear y sentirme bien al notar la piedra de la montaña bajo mis píes. Encontrar el equilibrio entre miedo e impulsividad...empezar a superar mi terrible obsesión a decepcionar y decepcionarme. No sé cuanto hay de ilusión y cuanto de realidad, quizás mañana me vuelva a pisar el gigante de la apatía. O me esperen los ninjas de la desgracia. Quizás comience una guerra de sensaciones y la primera bomba caiga sobre mis esperanzas.... En tal caso, recordaré a uno de mis hiperactivos favoritos:
"La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor."
-Winston Churchill
Sabes? me encanto esta entrada, los demonios yo prefiero llamarlos "fantasmas personales" las desilusiones son los remendones vistosos que traigo por ahi y que me han dejado mis otras experiencias...
ResponderEliminarSiento pequeños odios contra los colores grises y el color rojo (mi favorito) simplemente he ilusiona y emociona siempre a niveles insospechados mala cosa cuando como yo, eres un mal contenedor de emociones... y simplemente no puedes dejar de pensar...
El video me pudo facinar¡¡¡ Un beso. Te leo.
No poder de dejar de pensar constituye siempre un gran pequeño problema, dar y quitar importancia a las cosas con ese exceso de pensamiento es sin duda la más complicada de las consecuencias.
ResponderEliminarSaludos sinestésicos y bienvenida
Me recuerda a un cuento que lei hace poco: de un pueblo situado en la ladera del volcan Etna, un sitio precioso que había tenido que ser recostruido siete veces, después de cada erupción.
ResponderEliminarUn día, alguien preguntó a un hombre que vivía allí por qué construir el pueblo justo ahí, a lo que respondió:
-mire el mar, la montaña y la ciudad.. es el lugar más bello del mundo!
-pero el volcán está en actividad, puede volver a entrar en erupción en cualquier momento!
-lo cierto es que el volcan siempre avisa, nunca lo hace de un día para otro, cuando vemos que va a erupcionar, nos vamos.
- pero.. y los muebles, la ropa, los objetos??
- qué importan las cosas?! si nosotros seguimos con vida todo lo demás se puede volver a construir..
Cabezonería humana...me gusta.
ResponderEliminarTodo empieza a cambiar cuando las ideas dan el gran paso de salir de nuestra cabeza y comienzan a materializarse en acciones, pero ¿cuánto es ficción y cuánto realidad?
ResponderEliminarEl más pequeño y simbólico de los pasos, y el que más lejos te puede llevar, materializar una idea...
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