martes, 24 de marzo de 2009

Un nuevo anochecer.



No hay mejor manera de enlazar un capítulo con el siguiente, que recordando algún viejo pensamiento.



Pasaban la vida preguntándose por los movimientos terráqueos, por la telúrica forma de esta roca viva... Odiando los círculos, tan perfectos, amando a las espirales, tan infinitas... Vieron que giraba además entorno a un sistema solar, y que este giraba en una galaxia. Una galaxia en espiral barrada de dos brazos. Empecemos entonces desde aquí. En lo más alto una falsa espiral, Perdidos en la inmensidad de uno de sus brazos, encontramos un pequeño e insignificante sistema solar, lleno de elipses, parábolas, hipérbolas...círculos y falsos círculos. Nuestro planeta, también haciendo uso de su elegancia juega con los círculos... Una vida de círculos, una historia circular. Y entre todos los círculos que nos aprisionan yo quise jugar a ser una espiral. Y fracasé. Así que volví a intentarlo. Y fracasé. Así que volví a intentarlo. Y fracasé. Y he vuelto a intentarlo. Y ahora que veo que empiezo a fracasar. Miro atrás, y veo que todo es un circulo. Que no consigo arrancar, de todos mis fracasos sólo el primero llego a elipse. Ahora parecía tan espiral...



-El firmamento tenia un extraño aspecto. unos tintes violeta, un apagado azul, un tímido naranja, un copioso negro, un sin fin de amarillos...Me sentía sumido en la inmensidad del cielo, rodeado de infinito y de silencio. Era una paz que me ahogaba.
Pero a mi alrededor la realidad era otra, el caos dominaba la calle, las gentes corrían de un lado a otro sumidas por el pánico. Gritos, explosiones, choques, sirenas... Pero a mí nada me importaba, sólo podía mirar y mirar ese enorme cielo que caía sobre mí. Una leve sonrisa inundo mi expresión, cuando empece a oír la música celestial.

Todo el universo cantaba, y nadie lo escuchaba. Todos seguían demasiado preocupados por sus vidas como para poder apreciar lo que ocurría.
¡ Que preciosa canción !, pensé... ojalá pudieran oírla....
Hacía unas semanas, la NASA había descubierto la presencia de millones de asteroides que se acercaban a la tierra. Era la metralla producida por un gran planeta suicida. Pensaron en formas de evitar la masacre, misiles A.A., bunquers, pantallas, etc. Una tormenta de ideas, sólo igualable a lo que se les venia encima.

Finalmente se rindieron, y cada cual fue a vivir sus últimos días.
Ante el fin, todos actuaron como lo que son.
Los saqueos, los disturbios, las venganzas. El caos urbano lo había arrasado todo, iban a vivir sólo unas horas más pero lo único que pensaban era en robar otra tele de plasma, en violar a la primera chica que viesen. O en rezar y pedir perdón por esa tele de plasma que habían robado, o por esa niña a la que habían violado.

La triste subespecie humana vencida por sus instintos incompletos.

Cuando de pronto...La inconmensurable melodía comenzó In Crescendo. Los primeros asteroides impactaron contra la luna iluminando el cielo brevemente, las tonalidades rojas y blancas salpicaron el lienzo negro y celeste. Era el cuadro más bonito que jamás había visto, los cuadros de Caspar friedrich eran garabatos a su lado.

Pero nadie era capaz de apreciarlo, se tapaban la cara y lloraban, gritaban aferrándose a la vida predecible y vacía que habían tenido, y de la que querían seguir disfrutando. No eran conscientes, de que eran invitados de honor a la mayor obra jamás representada.

Cual maestro de orquesta, alcé los brazos mientras contemplaba la estela de los ICBMs, miles de cabezas termonucleares se dirigían a la ionosfera. Unas rocas habían conseguido lo imposible, unir a todos los países, las explosiones tiñeron el cielo del blanco más intenso que se pueda imaginar, tras él, vinieron cientos de auroras multicolor, cual cuadro abstracto o quizás impresionista.

Pero ese último y desesperado acto no sirvió para nada, los meteoritos siguieron su camino muchos de ellos aún más fragmentados. Pensé durante unos instantes en muchas personas que había conocido, en muchos momentos de mi vida, el final iba a ser como fue toda la historia. Me sentía igual que cuando te quedan 2 hojas de tu libro favorito, la impaciencia por terminar se mezcla con el deseo de más hojas. Iba a ser testigo del final de los finales, algo que me hacia sentir realmente bien, aunque no fuese a ser el final perfecto.

El cielo se oscureció



-¿Dónde?...¿dónde estará...?

Todo negro y rojo como sangre caliente que encharca el suelo de la escena de un crimen


-Pasé toda la vida buscándola...

Los sonidos eran graves, la tierra empezó a sacudirse y el ambiente a caldearse, el viento paró.

-Y no fui capaz ni de mirarla a los ojos...

La tierra se retorcía bajo mis pies el fuego cubría los cielos, los rayos caían en todas direcciones


-Quizás no viajé bastante, no pregunté suficiente, quizás....

A unos kilómetros algo explosionó arrasando y calcinando sin control todo a su alrededor


-fui demasiado tímido, o demasiado cobarde, quizás mala suerte

El muro de fuego avanzaba a cientos de kilómetros hora engullendo la vida y el tiempo, oscureciendo la existencia misma


-Es curioso, el mundo se acaba y sólo deseo que alguien me coja de la mano...

Una enorme roca se dirigía sobre la zona, había entrado rasgando los cielos y era sumamente elegante, de unos tonos claros sobrenaturales...directa hacía mí


-He pasado solo casi toda mi vida, he visto y oído cosas que podrían haberlo compensado, pero me sentía como un espectador, viendo una obra de arte...sin poder formar parte de ella. Yo quería ser una pincelada del cuadro, una nota de la canción. Pero nadie entenderá nunca mis razones, mis deseos y mis anhelos...
La roca y su estela recordaban a una brillante katana, mirarla me hacia sentir bien, relentizaban mis veloces pensamientos, pronto todo terminaría, sería mi regalo un final casi perfecto, la más bella de las rocas me haría suyo, me abrazaría hasta destrozarme y me besaría hasta pulverizarme, sentiría todo y nada en una milésima de segundo. Y después sería libre

-Sólo me pregunto...¿dónde?, ¿dónde estará y qué estará haciendo? ¿Pensará en mí aunque no me conozca, igual que yo pienso en ella? ¿Juntos podríamos
haber sido una obra de arte viva? ¿Habría sido capaz de apagar el ansia y el dolor de mi interior?

La luz fue demasiado intensa para verlo bien, pero no cerré mis ojos! ¡ Qué falta de respeto habría sido esa...
Y así abrazó, el final de su opera prima. Quizás no la encontró por que no existía. O quizás ya la había encontrado, y la había perdido. Aunque eso ya daba igual, sus ojos esperaban el destino, sus lagrimas de alegría la abrazaban. Y su sonrisa la llamaba. Y así por fin pudo volar y dejar de sentirse solo, al igual que aquel planeta suicida, había encontrado alguien que le entendió.

4 comentarios:

  1. Ya sabes: fracasa de nuevo, fracasa mejor!

    Me ha gustado mucho tu primer texto :)

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  2. no es necesario, simplemente a veces se muere.

    Buen texto!

    beso

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  3. no!

    hoy no es un día para ver eso como positivo!!!

    mi pobre coche!!! mi pobre mano, que no ha parado de temblar hasta que no me lo han dicho para que me tomara una tila!!!

    mañana tal vez, pero hoy, no son buenos datos! a este paso el sábado que viene, a la tercera va la vencida!!!

    pelodegato ha dicho!

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  4. Pero que lujo¡¡¡, aqui no ha habido mejoras, siempre fue mejor¡¡¡

    me encanta¡

    Besos¡

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