jueves, 21 de mayo de 2009

Desearía que los baobabs destruyeran este lugar.

"Permanecí ahí, bajo la luz del fuego, abrasado por el calor. La mancha de sangre en mi pecho era como el mapa de un continente nuevo y violento. Me sentí purificado. Sentí como este tenebroso planeta giraba bajo mis pies, y supe cuál es ese secreto que solo los gatos conocen, ese que les hace gritar como bebés en la noche. Miré al cielo a través del intenso humo lleno de grasa humana y vi que Dios no se encontraba ahí. Vi esa oscuridad fría y vacía que se extiende hasta el infinito, vi que estamos solos. Vivimos nuestras vidas, puesto que no tenemos nada mejor que hacer. Más adelante, ya les buscaremos un sentido. Venimos de la nada; Tenemos hijos, que se encuentran atados a este infierno al igual que nosotros, y volvemos a la nada. No hay nada más. La existencia es algo fortuito. No hay ningún patrón salvo el que imaginamos cuando nos quedamos mirando fijamente durante mucho tiempo. No tiene ningún sentido, salvo el que decidimos imponer. Este mundo que vaga a la deriva no esta moldeado por vagas fuerzas metafísicas. No es dios quien mata a los niños. Ni es el destino el que los despedaza, ni es la casualidad la que se los da de comer a los perros. Somos nosotros. Solo nosotros. Las calles hedían a fuego. El vacío respiraba con fuerza en mi corazón, convirtiendo sus ilusiones en hielo, haciéndolas añicos. Entonces renací, libre de garabatear mi propio diseño sobre el lienzo en blanco, en cuestiones morales, que es este mundo. Era Rorschach."


Irónico, no tengo palabras...no, mejor dicho no tengo ganas de escribir mis pensamientos y sentimientos, supongo que sólo escribo cuando espero que mis palabras sirvan de algo, y precisamente en estos momentos que se acerca el acantilado, escribir no me serviría. Quizás por eso, que no escribo...
No
.Digamos que estoy en fase lisogénica... digamos que mi alma iverna, digamos que miento. Digamos que me lo invento.

Digamos que soy un habitante de un asteroide perdido, que hablo a las flores, con pocas esperanzas de que me respondan. Digamos que me planteo escapar, viajar aprovechando la migración de unas golondrinas. Digamos, por decir, que no se qué hacer con mi vida. Digamos que se que se acaba, y hay que decidirse. Digamos que todo a mi alrededor se derrumba. Digamos que lo que termina nunca más comienza.

Pero digamos lo que digamos, esto no va a mejorar, por eso no escribo, Por eso tengo que actuar.


4 comentarios:

  1. Bueno yo creo que el cambio es como el efecto dominó, solo hay que encontrar la ficha desencadenante. Por eso yo soy punto de mira, porque todavía creo en eso, y en la teoría de los granos de arena, que solo necesitan unirse para ser montaña.

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  2. Y yo que tampoco creo que haya nada... en fin, no es que no quiera creer en nada, es que no puedo.

    Preciosa canción.

    Muchos besos.

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  3. Habrá entonces que dotar a la nada de sentido, para no volverse locos...

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  4. Si y los extremos se juntan, entonces siempre terminas en el mismo lugar

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