sábado, 19 de junio de 2010

Psicología de masas cuánticas

Nació en una prisión, una dorada prisión. Desde las rejas, le llegaba la sensación. Sólo veía un fragmento del mundo, únicamente un olor... tres colores para pintar todo su interior. Era una dorada prisión, tenía de todo, menos emoción. Un eterno coma que esperaba la señal de salida para la gran actuación.
Su prisión no tenía barrotes, la prisión era su mente...el mundo su horizonte.

El oro le sabia a mierda y la miel a tierra
Los días pasaban como años
los años cómo días
Y el sol cómo cada tarde en su prisión se ponía,
de cada sombra que se estiraba el imaginaba una vida.
Y como cada noche su cerebro escapaba por la única salida
Sus ojos, su imaginación. La misma prisión, volando por el espacio interior, sin miedos sin límites, sin temor !

Preso y carcelero eran en esencia el mismo actor.
La mente su prisión
Compañeros eternos hasta el día del adiós
Una guerra contra sí mismo...no hay guerra peor.

5 comentarios:

  1. Esa guerra es la que merece la pena ser ganada, y ninguna otra. Y el que vence de ella queda por fin libre en el sentido más profundo de la palabra.

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  2. La tendencia es a rendirme antes incluso de comenzar el combate. A veces no se si lo que hago es luchar contra mi naturaleza o simplemente dejarla ganar. En fin, que odio estos días del año

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  3. Pues lo siento por tí. Es tu decisión y tú vivirás con las consecuencias.

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  4. He luchado, parece mentira, pero ese "vivirás con las consecuencias" me ha afectado. De todas formas, sigo sin ganar por mucho que luche, pero aquí sigo luchando ya sin sangre casi en las venas.

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