domingo, 6 de marzo de 2011

La prueba del arquero




En aquella ciudad nunca ocurría nada interesante cada día era una mala copia del anterior, como esos fondos que aparecen en los dibujos animados y que se repiten una y otra vez . Nada lo suficientemente bueno, nada lo suficientemente malo... No era sólo la ciudad, eran sus gentes también. A veces él decidía salir a dar una vuelta, perderse por el casco antiguo, por esas calles estrechas y milenarias que aún tras tantos años le hacían sentir un poco más libre.

¿Libre? Irónica descripción para calles de apenas dos metros de ancho, no era libertad física; no sólo eso. En esas ocasiones los propios habitantes de la ciudad solían confundirle con un extranjero, y a él le gustaba. Tenía la sucia fantasía de estar en una ciudad muy vieja, una ciudad continental lo suficientemente pequeña para no ser foco de turismo masivo, pero lo suficientemente grande para contar con las comodidades típicas. Fantaseaba con recorrer sus calles y que cada esquina le trajese una nueva sorpresa, conocer a muchas personas nuevas con ideas y culturas distintas. Empezar de nuevo, hacerlo mejor... Pero al girar la esquina en el cielo volvía a ver una figura conocida, la Catedral de Sevilla, la fantasía había terminado y las hordas de turistas lo rodeaban, él se fundía con ellos pero no les entendía hablar. -Tampoco entiendo a los que hablan mi propio idioma- se dijo para si mismo

Libertad no era un término adecuado hablando de aquellas calles céntricas. ¿Sabes esa sensación que tienes al despertar, cuando sabes exactamente como va a ser todo el día? ¿ Esa sensación el lunes cuando sabes que toda la semana será igual? Y si me apuras esa amarga esperanza que tienes el día 31 de Diciembre, cuando te dices... al final este año también será igual. Esas calles constituyen una ilusión, la ilusión de la incertidumbre, de lo nuevo...

Llevo tanto tiempo sin usar los ojos...que como Neo, he olvidado como hacerlo.


3 comentarios:

  1. Hay días en que esa sensación me puede, esa constante porque sabes que todo se repite y se repite y se repite, es difícil de saltar. INCERTIDUMBRE es una de mis palabras favoritas. Tendrémos que agarrarnos a cada una de sus letras_ ?

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  2. Entiendo muy bien lo que dices, y también he encontrado solaz en pasear por el Casco Viejo de las ciudades donde he vivido especialmente cada vez que empezaba a sentirme cansada de la rutina, lo mejor para superar esa sensación es el cambio, los nuevos comienzos, por eso me convertí en una nómada, el problema es que moverte genera adicción y llega un momento en que todo cansa porque nada se llega a mover a tu ritmo...

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  3. Lo que de verdad me desconcierta es... que si el cambio casi siempre suele ser agradable, ¿por qué nuestra mente le tiene tanto miedo? Casi lo percibe como un deporte de riesgo

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