lunes, 6 de octubre de 2014

Ama, ama, ama... 2008

Me duele cada nota...

Y no, se que no puedo alejarme de ellas.
Se que son parte de mi historia
Cada cicatriz.
Cada.
Cada Puta
Cada Puta cicatriz.
Cada puta cicatriz por desidia
Cada puta cicatriz por desidia u omisión.
No se puede escapar del tiempo, ni de lo que ocurrió

De mi pecho, de mi mente, de mis manos.
De tí Injustamente arrancada..cuando empezabas a madurar
De tí dejando las heridas para que sangren con cada canción
De mi haciendo lo propio con otra canción
De tí a quien ni vi.

Estaba en aquel concierto y todo parecía eterno, un universo sin final... Tenía mis pensamientos en la cabeza vacía. A despreciar, a llamar...   A vosotras ni os conocía, pero dio igual soy así. Lo siguiente fue el dolor de unos nudillos en mi cara. ¿A quién le importa el dolor si ayuda a otro a que deje de sufrir? Sentí...cual ateo de madera.   El automático, el modo en el que defiendo a todos menos a mi mismo. El semiautomático, el modo en el que hacen falta varias personas para agarrarme...

Golpes en la cara, manos doloridas, gafas rotas y concierto a la mierda...  Tres chicas dándome las gracias, un niño y 2 amigos alejados del peligro.    Y ver quién era y quien no era.... Y ver quien me quería y quien no me quería....Y ver que no por mucho saludarme...y ver que no por mucho no hablarme... Y ver en tus ojos y luego en tus gestos el perdón que nadie me había pedido.

No sólo me distes mis anillos, no sólo me distes el gesto de sentirme arropado como otros, pocos, muy pocos hicieron. No, además hiciste algo que llevaba años pidiendo. Me pediste perdón.   Y tengo en mi cabeza a fuego grabado que aquel Puta, aquel suceso me sirvió para tener ese tesoro... que era tu pedirme perdón.   Y en tu entierro quise darle los anillos a él. Pero me dijo que no, que eran míos. Pero a veces las manos me pesan de llevarlos porque implican mucho, implican defender a los indefensos, implican el descontrol y el dolor, implican el recordar que los más fuertes son los más necesitados de cariño.  Nunca pude decírtelo ni te lo podré decir.   Yo sólo tenía 21 o 22...tu sólo tenías 18. Siempre quise creer que tenía toda la vida para decírtelo.  Pero incluso ahí me enseñaste que no, que las cosas cambian porque la vida no es una película y aunque ya nunca te lo vaya a poder contar.

Gracias Cristina.





Texto Sin Revisar, Ni léxico ni gramatical. Texto de alta mar, anarquista, sin frontera...sin edad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario