miércoles, 2 de septiembre de 2009

Les enfant terribles



-¿Y cómo era ella? preguntó el pastor al chico que pensaba darle la vuelta a la galáxia.

-Ella...

Era: fuerte, segura de si misma, luchadora, inteligente, presumida, con personalidad, abierta, sin complejos, inmadura.
A veces era poco sincera para las cosas importantes, incluso con sigo misma, pero directa para las nimiedades, no tenia ningún problema en decir una verdad a la cara.
Sabía escucharme, sabía mantener mi interés siempre al máximo. Era capaz de apreciar las cosas buenas, y conseguir todo lo que se proponía.
Era una chica especial sin ser una "freak" una chica única que sabia ser parte de "todo el mundo"
Una chica dura, aunque se hubiera criado entre algodones.
No tenía esa mirada que tanto odio, ese tipo de mirada que me perseguía, carecía de la "La mirada del perdedor"
Su mirada me encantaba, en ella no había miedo ni arrepentimiento, ni lamentos. Eran unos ojos que miraban al futuro. Unos ojos que veían cosas que aún no habían llegado. Sus manos vencían el presente mientras sus ojos ya trabajaban el mañana...


Mientras el viejo nómada miraba las arenas infectadas de gusanos, se acarició la barba y con una ironica sonrisa dijo:
-Vaya, parece que con el tiempo te has olvidado de todos sus defectos, chico.

No era eso, lo que el no sabía es, que los defectos me los guardaba, al igual que otras virtudes. Todas ellas formaban parte del tesoro que nadie podría robarme, el tesoro de llegar a conocer a una persona y el hecho de que dicha persona llegase a confiar en mí.


Entonces el nómada borró la sonrisa de su vieja y arrugada cara, miró las dos lunas que empezaban a salir por el horizonte. Sus ojos de azul profundo parecían estar mirando a otra época.

Y mirando las dos lunas dijo...

Lo que busqué no existía
Lo que dejé no lo merecía

Si tan solo el hombre
aprendiera a mirar las estrellas
a escuchar en cada una
el río de risas que titilan
en la noche
si tan solo se detuviera
en el asombro niño
de sus florerías
el planeta estaría poblado
de rosas
de zorros domesticados
de serpientes que regalan
a los transeúntes el secreto
de todos los enigmas...


Nunca terminé de entender bien aquellas palabras, pero tenía que irme. Las golondrinas iban a migrar y yo con ellas en busca de nuevos mundos.

-Quien iba a pensarlo, dijo el chico mientras se alejaba de aquel planeta.-Que a millones de años luz de ella, siga estando en mis conversaciones. Que a millones de años luz, sólo tenga que cerrar los ojos para verla. Quien iba a pensarlo...


Las estrellas no significan lo mismo para todas las personas.
Para algunos viajantes son guías.
Para otros no son más que lucecitas.
Para los sabios son problemas.
Para mi hombre de negocios eran oro.
Ninguna de esas estrellas habla.
En cambio tú..., tendrás estrellas como ninguno ha tenido.


¿Qué intentas decirme?

Por las noches tú elevarás la mirada hacia el cielo.
Como yo habitaré y reiré en una de ellas,
será para ti como si rieran todas las estrellas.
Tú poseerás estrellas que saben reír





-Texto del nómada e imagen sacadas de: http://embusteria.blogspot.com/
-Agradecimientos a la chica pelirroja por hacerme mirar dentro de mí mismo otra noche más.
-Y a Darwin, que se lo merece xD

2 comentarios:

  1. Gracias por detenerte en mis páginas y por tomar el texto. Si no es porque alguien se prende de él y lo hace andar, no tendría vuelo ni alegría.

    Te envío un saludo afectuoso

    mery sananes
    www.embusteria.blogspot.com

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