jueves, 14 de marzo de 2013

Dos mil cinco


 Quisiera, pero no puedo sacar las imágenes de mi mente. quisiera, pero no puedo dejar de notar el corazón en el estómago. Quisiera, pero no consigo que le resto de las cosas de mi vida me importen ahora mismo.

Pensé que el dolor grande sólo ocurría una vez. Pensé que aquel abril-mayo-junio de 2005 serían la primera y ultima vez que lloraría tanto y sufriría de tal manera. Que era como el sarampión. Una vez y no más.
Cuan confundido estaba, que jodidamente equivocado, como duele. Duele como nada antes me había dolido, duele tanto que me mareo y no sé ni como responder a la gente que me pregunta. Cabreado y digno mientras puedo. Hundido y derrotado por dentro. Derrotado para siempre, y se que es para siempre, igual que supe que con tsuki, mi inocencia se destruiría para siempre.  Hacía tanto que no me dolia tanto algo. Me cuesta cumplir mis obligaciones, apenas si logro llegar al mínimo, paso demasiado tiempo intentando no hacerme más daño.  

¿Sabes esa técnica que Pai Mei le enseño a "Peque" en Kill Bill? Los cinco puntos de presión. Una vez apretados sobre el pecho, la víctima podía dar 5 pasos antes de que su corazón estallase.  Algo así me pasa a mí. No puedo pensar demasiado, tengo que parar todo pensamiento porque me explota el corazón, y no. No puedes imaginar cuanto duele, porque el dolor no es cuantificable, porque el dolor depende de la persona, de la situación. Porque el dolor a veces puede nacer en tu estómago, subir por la boca y saborearse.  Tengo ganas de meterme los dedos y vomitar el dolor,que al menos sólo esté en mi cabeza.

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