sábado, 29 de octubre de 2011

Las heridas sanan, las cicatrices cierran. La gloria es para siempre





Allí había miles de cabezas, miles de encéfalos pensantes... todos orientados a un mismo punto, todos embriagados por la música. Las luces de tonos fríos y el humo se aliaban con la noche reinante provocando un típico estado de ensoñación y euforia. Dentro de aquellas cabezas se sucedían las historias y las imágenes, cada letra de cada canción venía asociada a un archivo de vídeo o a un pase de diapositivas mental.

Desde allí arriba uno podía observar miles de cabezas, uno podía intuir miles de sueños. ¿Pero qué son los sueños? Podríamos preguntar a los aburridos señores de la RAE, podríamos hacer uso de la cultura popular...pero seamos ácratas, seamos intuitivos... El sueño es aquello que siempre es mejor que la realidad, el sueño es como una versión perfecta de la realidad, o la realidad un sueño lleno de fallos.

Desde allí arriba podía ver un montón de cabezas llenas de sueños, sueños que comparados con mi realidad no eran nada. Desde allí arriba mi realidad superaba a los sueños...

Vosotros miráis hacia arriba cuando buscáis elevación, yo miro hacia abajo, porque estoy elevado. Decidme, ¿quién de vosotros puede reír y a la vez estar elevado? El que asciende a las más altas montañas se ríe de todas las tragedias: de las del teatro y de las de la vida.

Friedrich Wilhelm Nietzsche



Y era la misma perspectiva que no funciona, las palabras que vienen a ser contenedores imprecisos de realidad, llenos de pequeños errores que cuando se suman invalidan el significado. Hubo un momento en el que me asusté, pues algo de humano hay en mi, pensé en el miedo, pensé en mi incapacidad para reaccionar ante ciertas situaciones, decidí mirar arriba...

Y allí en el oscuro cielo vi una tenue lucecilla brillante, Saturno. El anillado gigante, el segundo planeta más grande del sistema solar. Un objeto enorme flotando en la nada. Pensar que era miles de millones de veces más grande que yo me relajó... Me entiendo mejor con lo microscópico, y sentirme así ayuda a veces. Decía que miraba hacía arriba hacía las estrellas, hasta que descubrí una constelación en su piel, el cielo en sus ojos, el polo sur en sus manos...

Renuncio a las palabras y a la perspectiva, renuncio a decir qué es arriba y qué es abajo. Cual es el norte o el sur. El significado de sueño o de dueño. El de caricia mirada o miedo. Ahora mismo estoy fuera del mundo, y sus estándares no me son válidos. Por primera vez... no estoy en el polo equivocado. Bien es cierto que nunca he pisado este bosque, nunca he escalado esta montaña, que me siento más niño que nunca, más torpe que nunca, que necesito tiempo para cambiar la velocidad pues vengo de un mundo distinto, un mundo de ciénagas al que entré inocente y del que salí lleno de cicatrices. Cicatrices de las que no me arrepiento, pues me han llevado donde estoy ahora.

¿Qué dónde estoy? En ese lugar, ese lugar donde las estrellas están en la piel de una persona, ese lugar donde la ciencia es arte y belleza, donde los locos se reúnen y los cuerdos nos vienen a leer. Ese mundo donde puedo hablar con las bacterias, donde la música y las letras me vienen a ver.

¡ 24 años existiendo, prácticamente uno viviendo !

2 comentarios:

  1. los dos últimos párrafos son muy buenos. ah! y nunca me trates de usted (como hiciste en una respuesta a un comentario xD) tengo 22 añazos!!!!!!! un saludo!

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  2. Bueno, bueno... no te volveré a tratar de usted ! Pero tengo una tendencia a la cortesía casi patológica xD (así que si se me escapa alguna vez, ¡ ruego me disculpes ! )

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