miércoles, 29 de diciembre de 2010
Volski y la Grosses Berliner Rundfunkorchester
martes, 28 de diciembre de 2010
Aislado
Irreales... ¡ Eso es ! Pedirle a una mujer de carne y hueso que sea un sueño, ¡que conviva con un loco que la cree capaz de caminar por un rayo de luna ! La ha idealizado desde el principio, desde las primeras palabras que intercambiaron aquella tarde de domingo, tarde melancólica como todas las tardes lluviosas de febrero, en el frío vestíbulo de la Estación del Este...
jueves, 23 de diciembre de 2010
¿Peor que el infierno?
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Humildad galáctica
Landscapes: Volume One from dustin farrell on Vimeo.
martes, 30 de noviembre de 2010
Y me sangra la nariz...pero yo siempre me levanto
Afirman que es el sonido que mejor se ajusta a su música; una de las cosas más curiosas de cantar en hopelandic o vonlenska, cuenta Georg, es que en los conciertos vemos gente cantando las canciones. Siempre nos preguntamos qué estarán cantando, si no saben lo que estamos diciendo Es una prueba más de que lo verdaderamente importante no son las letras, sino la melodía.
El grupo siempre ha defendido su elección de grabar ( ) sin letras: la gente entiende la música mejor que las palabras. Quizá sea como un experimento; sin palabras, el oyente debe experimentar la música por sí mismo. El libreto consiste en ocho hojas en blanco para que sean los oyentes quienes escriban las letras que la música les sugiera. Según Jónsi es una especie de experiencia humana. El oyente compra el disco incompleto, y tiene que acabarlo él mismo. No es un cantante contando historias, es como una banda sonora para la vida de cada uno. Así resulta más personal.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Corteza cerebral vs amígdala cerebral.
Lo voy a contar de forma que no entiendas una mierda. Lo voy a expresar de alegóricas maneras. Te obligaré a perder 10 minutos, aunque no compense los cientos de horas que he perdido yo. A urgir de wiki y google. Y es que tengo esa capacidad de hacer denso lo simple, de hacer que el rayo de luz se vea refractado por el cambio de medio. Densidades mefistofélicas cual cubata de cemento. Pero es cosa de tropismos, taxis y nastias. Quizás traumatonastias oníricas, quizás quimiotaxis maquinal hacía la inapelable destrucción por muerte osmótica. Salida del recurso, llamado "golden dream" por los canales dependientes de certidumbre. Una infección parasitaria Una anaplasmosis rickettsial sobre todo el epitelio cardiaco, una analogía de la anarquía. Anaplasia en mis células de la amigdala, el circuito del miedo, aneuploidias, que caminan a metástasis de los sentiVientos. Olvida tu desasosiego. Taxonómicamente hablando, el empirismo nos dice que no es cierto. Que pierdo, por pura entropía. Por temor a la entalpía, Pero estas letras están vivas, se arrastran y portan toxinas. Claro está puedes matarlas para hacerles la autopsia_para leer entre líneas_ ergo entender lo que digo, pero lo que digo ni lo imaginas, y sospecho que todas tus capacidades son reduccionistas, mal uso del holismo que no te aclarará nada. Así que me limitaré a invernar mis entrañas, que no a hibernar mis ideas.
viernes, 19 de noviembre de 2010
Fin del año fiscal
domingo, 14 de noviembre de 2010
Georgia (8/4) - (4/4)
Como fugaces recuerdos se acumulan las imagenes de toda la noche, difícil diferenciar cuantas ciertas y cuantas mal interpretadas.... Los oídos continuan chillando como bebes hambrientos, como hordas de grillos que perforan el cerebro, los ojos cansados y la mente agotada. No es en ningún caso un buen amanecer.
Las carpas parecían bastante menos imponentes con el tenue sol del amanecer. Sucias y rotas, el suelo cubierto de barro y basura. Los pocos que aún continuaban moviéndose, cuales zombies, se arrastraban sobre sus vidas con las caras pálidas y el alma sucia. Era un precio muy alto a pagar por tocar las estrellas...
Todo lo que sube tiene que bajar...y no duele una ostia menos por mucho que se la espere, pensó Raven.
La chica del cabello rojo había desaparecido y el sol poco a poco volvía a esconderse entre el cielo gris dejando el campamento Wahlund de nuevo en penumbra. Frente a él la ciudad negra miraba hacia arriba imponente cual espejo que reflejaba los cielos... era hora de buscar no una salida como antaño, era hora de buscar una entrada.
El cielo cerrado comenzó a caerse a trozos, las primeras gotas bajaban suicidas, haciendo que la geosmina brotase e inhundase el aire con ese típico olor a tierra mojada. Raven elevó la mirada permitiendo que las aún escasas gotas le golpearan suavemente la cara, pronto empezaron a aumentar su intensidad.
Mientras la lluvia le abrazaba él pensaba en voz alta:
-La gente suele odiar los cielos negros y las lluvias intensas, lo suelen llamar "mal tiempo". El agua que alimenta la vida, las nubes que protegen de los rayos solares, el frescor que ayuda a apreciar el calor, podría enamorarme fácilmente de este cielo, a diferencia de los cálidos y despejados cielos azules, desiertos visuales que dañan en intensidad luminosa y llenan la mente de monotonía, estas grises montañas están llenas de vida, de velocidad de fuerza... Lluvia, viento, truenos, formas metálicas en el firmamento...
Seguía hablando, sin darse cuenta del aspecto de loco que tenía, mientras varios habitantes de las carpas empezaron a centrar su atención en él. Algunos nunca habían mirado el cielo, irónico en gentes que pasan las noches volando, y las mañanas arrastrándose. Veían el cielo que asomaba por todos los agujeros de las lonas y sentían la lluvia que arrastraba el sudor y el polvo incrustado de sus caras.
Todas las ideas y los pensamientos, tan claros mientras caía, se iban difuminando poco a poco y junto con la lluvia eran arrastrados, pero esta vez había algo distinto. El miedo, no tenía la fuerza de hacerle dudar. Perdidos los pensamientos y olvidados los planes, quedaba la "sensación" Tenía que entrar, tenía que cambiar las cosas desde el núcleo de esa fortaleza negra.
-Vamos a entrar, dijo Raven en voz alta. Hay algo en nuestra naturaleza que nos llama, despiertos o dormidos nuestras elecciones nos han traído aquí. Pero tan cerca, el miedo nos aleja de estos muros, hay que cambiar la situación. Dijo lleno de rabia.
-El electrón nunca podrá caer sobre el núcleo, es más ¿cómo piensas atravesar un muro que no tiene puertas? dijo uno de los habitantes de la carpa.
- ¡ Se puede !, gritó otro de los habitantes. -Colisionando electrones contra el núcleo, obtendremos un neutrón y un neutrino, como en una estrella que está colapsando.
-Eso es una locura, él nada tiene que ver con electrones, además ¿cómo piensas darle la suficiente energía Respondió el anterior.
En pocos minutos los dormidos y casi comatosos habitantes de Wahlund comenzaron una acalorada discusión, los gritos, los gestos de complicados cálculos hechos en el aire, las palabras técnicas imposibles de entender para Raven... todo esto rozaba la locura. La lluvia que seguía incrementando su intensidad no calmaba las cosas, muy al contrario el ambiente se caldeaba por minutos. Cuando de pronto...
-Depende del observador. Dijo una voz calmada y segura con un curioso acento italiano. Raven pronto reconoció aquella figura elegante y trajeada bajo un paraguas negro desde el que observaba el caos. Era aquel señor de acento italiano, bigote y pelo canoso que se bajó del tren antes de la estación gris. Traía un traje negro que resaltaba totalmente entre tanto barro y suciedad, en el bolsillo superior portaba un pañuelo rojo que terminaba de romper con la estética que le rodeaba.
Una vez que el silencio se extendió por el lugar, y sólo el sonido de la lluvia dominaba la escena, el señor trajeado volvió a hablar:
-Es el observador quien determina la naturaleza de lo observado, sois ahora individuos que discuten, que giran en torno al problema que les tiene atrapados. Pero, ¿qué sois para el que observa desde lejos? Un fenómeno, una nube de energía. Un mero problema que giraba pasivamente hasta que Raven comenzó a mirar el cielo y os habló de él. ¿Qué efecto han tenido las palabras de Raven sobre vosotros? ¡ Activaros ! Aún no podéis escapar, pero tenéis la energía para subir un escalón, tenéis las ganas, empezáis a plantearos cosas .
Esta ciudad tras sus negros muros, no es más que una situación a vuestros ojos, su arquitectura, tan firme y fría no supone sino una ilusión de falsa seguridad. Su fortaleza atrae a las masas de mentes inseguras y perdidas, pero vuestra mentalidad os impide acercaros. Los propios muros os rechazan hasta que vuestra presencia logra un efecto de apantallamiento, bloqueando y creando la duda en los recién llegados. Girando y girando, sin entrar, sin salir.
Lejos de que la desilusión se extendiera, la voces volvieron a explotar, y más y más habitantes se unían, incluso algunos que parecían llevar toda la vida durmiendo empezaron a despertar, era evidente que algo iba a pasar, igual de evidente era la sonrisa de satisfacción el la cara del señor trajeado.
-Preguntaos, ¿Porqué no os dejan entrar? ¿Qué hay ahí dentro?
Las gentes de Wahlund explotaron en gritos y discusiones, pequeños grupos se iban formando entre ellos empezaban a verse aquellos que tenían espíritu de líderes, las aguas comenzaron a moverse, cada respuesta traía un número mayor de preguntas, y todas ellas parecían pasar por aquella ciudad. Ciudad a la que llevaban observando toda la vida a la que nunca habían entrado y de la que nunca se habían alejado.
-Energía Raven, la curiosidad es motor, fuente de energia, el odio, la frustración... en últimas es lo que determina esta situación, energía como la del fotón que activa al electrón haciéndole cambiar de orbital. Como el fotón de alta energía que consigue desestabilizar al núcleo. Música, una reacción en cadena..
Raven no entendía nada de lo que hablaba, ni tan siquiera comprendía la situación. Mientras tanto la ira se había extendido entre los habitantes de las carpas, de dóciles y enfermos, habían pasado a furiosos y agresivos. Eran una turba, pero lejos de usar palos y piedras, mostraban una organización totalmente alienante.
Reunidos en grupos, desarrollaban formulas sobre el barro mientras otros dibujaban detallados planos. Construían armas de asedio sobre la marcha, aplicaban los datos físicos más teóricos a los arietes y catapultas. Gentes que antaño formulaban sustancias para volar ahora estaban absortos en la síntesis de productos corrosivos e inflamables. Las carpas pasaron de mohosas tiendas de campaña a salas de mando de lo que parecía una futura guerra.
El jardín de los gruñidos, ahora si que es un nombre apropiado... Pensó Raven.
Mientras la lluvia seguía empapando el paisaje, el personaje trajeado continuaba sonriendo bajo su paraguas negro, pletórico y feliz ante una situación que parecía llevar esperando toda su vida. Cual maestro de ceremonias, indicó a Raven que le siguiese, sin pensarlo dos veces Raven comenzó a caminar, andaban en silencio, elegantemente entre un caos destructivo que lo devoraba todo. Raven notaba su corazón latir más y más fuerte, sus músculos ardían y sus ganas tornaban locura, mientras más se acercaban a la Estación Gris, mayores eran las ansias que le poseían.
Casi sin darse cuenta había llegado al andén. Frente a él, alguien conocido, Hardy Weinberg el jefe de la estación. El cual ni se percartó de la presencia de Raven, el viejo Hardy parecía bastante más preocupado por la visita del señor trajeado, su expresión era de absoluto pavor, el miedo le había paralizado y entre sollozos el pobre Hardy dijo:
-No..no puedes hacerlo maldito, la construimos para el bien, para la paz, tus intenciones son egoístas, nunca fuiste capaz de pensar en el bien común, lo sabes esta construcción... Arg!..
Antes de que Hardy Weinberg pudiese terminar la frase, el trajeado personaje se había acercado rápidamente y casi de forma simultánea le había hundido un puñal en el costado. Acto seguido sacó el cuchillo y limpió la hoja con su pañuelo rojo. Hardy calló de rodillas llevándose la mano a la zona herida. El misterioso señor trajeado le miraba desde arriba con el puñal aún en la mano. Su rostro no mostraba expresión alguna
A Raven le hervía la sangre que pasaba como ácido por sus arterias, su piel exhumaba vapor, la emoción le inundaba. El caos, el fuego y la muerte danzaban a su alrededor.
Maldito...maldito Demonio de Maxwell, no podrás destruir lo construido.. Dijo Hardy con la expresión pálida, ya casi sin vida.
Con total tranquilidad, el misterioso señor se ajustó el traje, volvió a colocar el pañuelo rojo en su sitio y se dirigió hacia el tren Yersinia. Pero justo al pasar junto a Hardy, paró en seco, y con su característico acento dijo: -La vida trae consigo la muerte y el amor el odio; y todo lo construido, las semillas de su destrucción...
Después subió al tren y ya desde la puerta del vagón, volvió a hablar. -Raven, tengo una oferta que no podrás rechazar, si quieres escucharla sube, pero has de saber que si subes, lo harás renunciando a tu nombre y a tus miedos.
Raven no dudó e impulsivamente subió a bordo del tren, dentro aquel señor le esperaba ya sentado y sonriente mientras encendía un puro... -Willkommen, Sechs. Dijo con una una leve sonrisa tras soltar una bocanada de humo.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Heartless
domingo, 7 de noviembre de 2010
Me encantan las cuentas atrás
No hago lo que hace todo el mundo, porque no soy todo el mundo, soy único.-Anónimo
viernes, 5 de noviembre de 2010
Carta Roja, para "A"
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Una flor de Kawasaki
lunes, 1 de noviembre de 2010
Georgia (8/4) - (3/4)
domingo, 31 de octubre de 2010
Vivir para morir otro día
jueves, 28 de octubre de 2010
Un punto de inflexión
(autumn) from Samuel Cockedey on Vimeo.
San Francisco 1958 from Jeff Altman on Vimeo.
lunes, 25 de octubre de 2010
Georgia (8/4) - (2/4)
¿La sensación?, como sacar la cabeza de un cubo de agua y respirar por primera vez. Un amanecer de sonidos, el adiós al silencio vacío, una leve sensación de alivio al tomar la primera bocanada de oxígeno. Pero no por previa falta de aire, sino por la aparente novedad de su frescor, como si durante un tiempo hubiese olvidado lo que era respirar y recién llegase a este mundo.
Raven tardó un tiempo en hacerse con sus sentidos, cuando pudo mirar a su alrededor advirtió que flotaba en ninguna parte, ya no era aquel oceano oscuro, sino en una orilla cósmica en la que las corrientes de la nada iban a romper. El aspecto del cielo oscuro y lleno de miles de millones de lejanos astros brillantes, como jamás hubiese imaginado. Del horizonte visual un fuerte tono anaranjado se había hecho dueño. Frente a tal situación seguro que en otros momentos el miedo lo habría abrazado, sin embargo su cerebro no respondía, o lo hacia erráticamente.
Su cerebro parecía haber activado el piloto automático y los pensamientos brotaban como géiseres ...Bajo la inmensidad del cosmos estoy y me rodea el infinito, camino sobre lo desconocido. Y ante tanta duda sólo la curiosidad y la sensación se apoderan de mi. Algo arde en mi pecho, algo quiere brotar de mis ojos, todo en respuesta a esta sensación de inmensidad a esta falta de gravedad esta ausencia de dolor de cansancio de sueño...
Pudo ver que no estaba solo, que su alrededor las gentes se agolpaban en un baile errático, sin ritmo sin destino, mirando sin ver. Entre todos alguien le miraba, con una cresta, piercings y un curioso tatuaje de golondrinas en su piel, golondrinas que parecian escapar de la realidad... Se veía a simple vista que hacía tiempo que la ropa o la vida misma le habían dejado de importar. Por un momento despertó y sin ni tan siquiera presentarse empezó a hablar, quizás para si mismo.
-Estar en la nube lo solíamos llamar, ese estado de calma en el que no hay demasiados pensamientos, y ninguno de ellos tiene valor, solo hay sensación, una sensación enorme pero nada intensa, flotar...y sentir a la vez el peso del universo sobre uno mismo. Todos lo comparábamos con estar sumergidos, los sonidos y las imágenes distorsionados por el océano, todo ello sin necesitar respirar sin sentir miedo ni tan siquiera notar el latir del tiempo.
Jugábamos a ver quien aguantaba más en las profundidades... hasta que el mundo exterior comenzó a ser hostil. Cada vuelta a la tierra era más dolorosa, y cada nueva inmersión era más y más placentera. Con el tiempo nos olvidamos de la tierra de los sentimientos y pasamos a flotar por toda la eternidad contemplando el universo...
-Me recuerda a la actitud de alguien que conocí...en una sala...él, la guitarra...
Raven era incapaz de construir frases. Cual joven héroe que trata de extraer Excalibur, el intentaba buscar en sus recuerdos mas recientes, nombres, sucesos... Pero las palabras no terminaban de formarse, quedaban en balbuceos sólo las imágenes lograban encontrar sitio en su mente.
-¿Quién eres? ¿Do..dónde estamos?
El Punk seguía hablando pero no le miraba, sus ojos ya no veían, ni su mente pensaba, repetía palabras, mientras miraba algo desconocido..
-En la boca de lobo, o frente a ella mejor dicho. Elevado y consumado estaba el pobre frente a su hado, pero sin embargo con sin igual estrépito e imberbe temerito, que usó su bravura para dar por zanjada la esencia de todo lo que versa sobre puentes y cadenas. No sin mucha floritura más si con bastante soltura, pudo el pobre gozar de la fácil victoria que la afrenta arroja a los pies del que no goza, ni vive, ni retoza. Pues es pobre, no sólo de alma sino también de esencia cual árbol de otoño en hojas.
Y a la muerte se lanzó, no sin cuerda que le atara a la pasión nunca saciada de tantos sueños de ventana, de tantos muertos en la acera. Y sin pensar miró la luna, y sin pensar besó el bosque y casi sin respirar salto a la turba. Y no era y no fue y no será. Pero siempre quiso, más nunca se atrevió. Entre tanta cicatriz a disfrutar de la canción.
Y así este ser, este alma en pena, ahora vuela, ahora que ni la gravedad, ni el dolor ni la pena le apresa. Vuela. Más ni siente ni padece, sólo recuerda, y cuando vuela, piensa. ¿De qué huía? ¿A dónde iba?, que me lancé al miedo sin piedad ni medida.
Recuerdo...y vuelo. Recuerdo que no me gustaba el cielo.
Recuerdo y vuelo. Recuerdo que no quería ser un insecto en el suelo
Recuerdo, que los días eran simétricos, copias unos de otros, que una vez a la semana consumía y volaba. Y deseé volar, volar para siempre.
Ten cuidado con lo que deseas, dicen. Pero uno nunca los cree. Ahora pienso que tan malo es bien como mal, pero que nada puede compararse a la nada, a la insensibilidad.
jueves, 21 de octubre de 2010
Misticismo.
Hay una frase que me gusta mucho dice así....
No vayas a rezar a mi colegio y yo no ire a pensar a tu iglesia
miércoles, 20 de octubre de 2010
domingo, 17 de octubre de 2010
Arte naïf (- YO -)
Entre el pueblo lleno de gente, y la casa solitaria está ese río imposible de cruzar y sobre ambos la tormenta y la noche. Lo que se dice "el típico cuadro que pinta un niño de 7 años" xD Pero me encanta, podría sacar información y conclusiones sobre mi mismo durante horas. Es una especie de diario, que en lugar de letras tiene una imagen que vale diez mil palabras. Viéndolo puedo recordar como me sentía. Fuera de lugar, apartado y aislado por la tormenta. Ese sol que se ponía dejaba lejos los días en los que no tenía que estar "encerrado" en los que estaba siempre con mi madre jugando. Arte naïf dicen que es, el arte de los ingenuos.
EDIT: He redactado fatal, me acabo de dar cuenta al releerlo. Así que pido disculpas a los sensibles a la gramática y la sintaxis. Y aplico las normas de alta mar, de texto liVre sin reglas ni moral